top of page

El domingo seis de junio de 2021, celebramos con mucha emoción, nuestro segundo aniversario. Este logro de mantener al aire una iniciativa voluntaria ha sido posible gracias a quienes han apostado por apoyar a un medio de comunicación digital independiente y en crecimiento. En estos dos años, hemos logrado publicar cinco revistas digitales, 37 blogs quincenales y hemos recibido 17.645 visitas a la página web de 56 países alrededor del mundo.


Por nuestro aniversario, quisiera compartirles una síntesis de lo que ha sido la aventura de crear un proyecto de divulgación científica. El proyecto Catálisis nace en el 2019 ante la necesidad de acercar la ciencia a las personas y democratizar el conocimiento contando historias desde otra perspectiva. Encontrar a científicos con tintes políticos, de comunicación y un toque de diseño gráfico, no es algo cotidiano. Sin embargo, tuve el honor de juntar al equipo fundador de Catálisis, que justamente está integrado por dos Biotecnólogas que realizamos investigación, una en insectos y otra en plantas y bacterias; una Ingeniera en Biotecnología que desarrolla educación ambiental y conservación de anfibios; un Biotecnólogo desertor de laboratorios quien es ahora una mezcla de Sociólogo y Antropólogo y una Comunicadora Social que ahora entiende de Ciencias. Todos con diferentes intereses pero con la firme convicción de que es posible comunicar ciencia desde este pequeño rincón, Ecuador.


¿Cómo nos conocimos todos?


Dos ecuatorianas llegan a conocerse en la primera cumbre de jóvenes líderes en Biotecnología en Santiago de Chile, 2017: Tamara Bustos y mi persona, Ana Del Hierro. Después de dos años de haber incursionado juntas en otra iniciativa de biotecnología en Ecuador, decidimos dedicarnos a crear un espacio de divulgación científica. Con la motivación de la comunidad de Allbiotech, donde conocimos de increíbles iniciativas en Latinoamérica, nos planteamos crear la primera revista digital de divulgación científica de Ecuador.


Teniendo claro que entre dos personas no podíamos armar una revista, nos planteamos juntar un equipo multidisciplinar. Se me ocurrió invitar a Daniel Vizuete como tercer integrante, porque con Daniel ya habíamos trabajado en una propuesta similar al reactivar en el 2011 la revista estudiantil “Biogénesis” en la Universidad de las Fuerzas Armadas-ESPE. Tamara invitó a Jazmín Palacios, nuestra brillante comunicadora, quien se unió al equipo en la segunda edición y finalmente en 2018 conocí a Diana Mollocana, en la segunda cumbre ALLBIOTECH en México, quien también estaba muy interesada en la divulgación de la biotecnología a través de un lenguaje amigable al público y el uso de arte gráfico para este propósito.


Conformamos un equipo que tomó la concepción inicial de un boletín y que lo transformó en una revista digital semestral, con el objetivo de abarcar temas de las biociencias pero también temas transversales a éstas, explorando también su relación con las ciencias sociales. ¿Por qué? Porque estamos convencidos de que las ciencias biológicas tienen un rol esencial en el desarrollo de las sociedades y la única forma de entenderlo, es mostrarlas y sentirlas cercanas a las personas. Hoy el equipo de Catálisis está conformado, además de sus 5 co-fundadores (Daniel, Tamara, Diana, Jazmín y Ana ), de un equipo de talentosos escritores y divulgadores científicos: Andrés Reyes, Doménica López, Daniela García, Juan Umaña, Ricardo Palma y Damary Jaramillo.


Cinco ediciones en dos años


Catálisis se publicó por primera vez en junio de 2019 con una edición dedicada a la "La era de la biotecnología". La segunda edición, en noviembre del mismo año, dedicó su temática a hablar sobre “Bioeconomía: de la paradoja de los recursos a una alternativa de desarrollo”. En el primer año, los dos primeros números fueron publicados en la plataforma “issuu”, pero la necesidad de un propio espacio nos obligó a reinventarnos. Implementamos un sistema de revisión por pares y empezamos a construir nuestro sitio web justo en el momento que se declaraba el estado de pandemia En mayo 2021, publicamos www.catalisisec.com, obtuvimos el registro ISSN e implementamos una sección de blog quincenal como un espacio para tratar ciertos temas de interés con mayor periodicidad, o también profundizar ciertas temáticas más allá de las ediciones semestrales de la revista.


No había duda, en el 2020 debíamos hablar de este evento histórico que ha marcado la vida de la humanidad. Por esta razón, dedicamos nuestro tercer número en mayo de 2020 a COVID-19: Relato de una pandemia"; sin pretenderlo, este número podría considerarse como un documento histórico de cómo vivimos la pandemia desde distintas perspectivas. Pasó el año más largo de nuestras vidas, la necesidad de convertirnos en un medio digital reconocido, nos motivó a conformar el Consejo Editorial externo para construir un tema del que casi no se habla "Ciencia Diversa: equidad e igualdad". Este número fue uno de los más especiales, contiene artículos que desnudan la difícil realidad de la inequidad en las ciencias para mujeres y la comunidad LGBITQ+.


En enero del 2021, el Consejo Editorial de Catálisis se consolidó como una instancia externa de decisión y colaboración para delimitar las temáticas de cada edición. El consejo está conformado por seis integrantes de cuatro países de la región (Ecuador, Guatemala, Argentina y Brasil): Carolina Cárdenas cofundadora de la iniciativa Ubiqusciencia; Jeniffer Silva Directora General de The Bridge Biofoundry; Cibele Zolnier integrante de IGEM y Biotec Latina; Nicolás Camargo periodista y Director del proyecto Entre tanta ciencia-Etc y Jonathan Veletanga periodista en Edición Médica de Ecuador.


Lo que nació como un proyecto en Ecuador, ha ido creciendo gracias a la colaboración de redes aliadas en Ecuador como Kuna Ecuador, la Red ecuatoriana de Mujeres Científicas-REMCI y al gran apoyo de iniciativas hermanas de Latinoamérica como Allbiotech, Proyecto Ciencia, Ubiqusciencia, Biotec Latina, Entre tanta Ciencia-Etc y Fuera del Lab.


El jueves 10 de junio, publicaremos oficialmente la quinta edición de Catálisis que resume el segundo año de pandemia desde una perspectiva latinoamericana "América Latina en el segundo año de pandemia". Motivamos por la integración regional, por primera vez, publicaremos artículos en portugués, reflejando también la realidad del más grande de la región, Brasil.


A futuro esperamos consolidar el proyecto en temas de educación y sensibilización de la ciencia. Somos una iniciativa de divulgación científica creada en Ecuador, pero con alcance regional Latinoamericano. Nuestro equipo trabaja voluntariamente, con la firme convicción de democratizar el conocimiento.


Gracias a todxs por apoyar para que nuestra iniciativa siga en marcha!


Esta historia continuará...

80 visualizaciones0 comentarios

Este día jueves 20 de mayo es el último de un período de confinamiento parcial para los ecuatorianos, mismo que inició a finales de abril y que quisiera brevemente describir para aquellos lectores de otras partes del mundo. Este consistió en toques de queda los fines de semana de viernes 8pm a lunes 5 am, y durante la semana de 8pm a 5am.

Han existido diferentes tipos de personas en este tiempo, desde aquellos que prefirieron acatar las reglas recurriendo a maratones de Netflix o lectura, pasando por quienes hicieron fiestas clandestinas en grupos de familias y hasta funcionarios públicos que protagonizaron hechos lamentables en horarios prohibidos, que por si no fuera poco, también involucraron violencia.

Sin lugar a dudas, todas estas diferentes formas de responder ante una misma medida, hacen eco de la diversidad de fenómenos que pueden ocurrir en la mente de una persona ante situaciones tan únicas en la historia como las que vivimos hoy.

Podríamos pensar que en una situación tan alarmante de pandemia, todos quienes se sienten afectados, y que por supuesto, pueden permitirse el no trabajar durante fines de semana, querrían cumplir con disposiciones que los protegieran de la exposición al virus, mismo que parece no dar tregua. Tristemente, vemos que no es así. Pero esto nos lleva a preguntarnos, de forma literal y desde la mirada bio científica, ¿qué es lo que pasa por el cerebro de estas personas? ¿Qué es lo que ha sucedido bioquímicamente hablando en nuestra mente al encontrarnos confinados?


Pues bien, lo averiguaremos.


La palabra que nos define a las nuevas generaciones: ansiedad


La ansiedad es una respuesta cerebral que consiste en sentimientos de tensión, inquietud o incluso temor, heredada de nuestros antepasados. Gracias a la ansiedad, ellos se sentían ansiosos ante la presencia de tigres dientes de sable merodeando por sus asentamientos, y tomaban acción para evitar el peligro. Al día de hoy, a falta de este tipo de depredadores, existen otros grandes miedos que tanto niños como jóvenes, adultos y también adultos mayores experimentan: falta de oportunidades, acoso en redes, exclusión, soledad, falta de apoyo de entidades gubernamentales, y procesos de calamidad, especialmente relacionados con salud propia y de nuestros seres queridos.


El gran problema, es que estas dificultades ya no se vuelven parte de un breve momento, sino que son una constante de nuestro diario vivir, por lo que la respuesta ansiosa también es constante.... tigre dientes de sable ¿Quién te conoce?



La cara de la ansiedad es la cara del sistema límbico, que involucra las partes del cerebro que regulan las respuestas fisiológicas y también las emociones. Es una de las partes más antiguas de nuestro sistema nervioso, por lo que allí vienen grabadas ya esas respuestas automáticas frente a lo que nos hace daño, o podría hacerlo. Ciertos tipos de neuronas, que son las células que constituyen nuestro cerebro, tienen de forma natural respuestas excesivas entre sí frente a estímulos, algo que se denomina la actividad paroxística, precisamente para fomentar respuestas rápidas en nosotros frente a riesgos. Una vez que pasa el peligro, un compuesto llamado ácido gamma-amino butírico entra en acción (GABA para los amigos), impidiendo que estas neuronas continúen hiper activadas. GABA ingresa a las células a través de receptores o canales localizados en las células. Ante exposiciones crónicas a fuentes de estrés o consumo desmedido de sustancias como el alcohol, pueden surgir daños a dichos receptores, por lo que existirán dificultades para que las respuestas fisiológicas y emocionales propias de una situación de riesgo desaparezcan.




Solos con nuestra soledad


Cambios de planes, pérdidas de empleo, ingresos, corrupción política y más aún, pérdidas de seres queridos, son situaciones que no nos han resultado ajenas desde marzo de 2020 con el inicio de la pandemia por SARS-COV2. Hemos ido superando retos, con nuestros distintos niveles de resiliencia, sin embargo, el encerrarnos y alejarnos del contacto humano ha incrementado la sensación de desasosiego. De hecho, varios investigadores han señalado tasas de morbilidad y mortalidad más elevadas en los adultos solitarios que en los no solitarios.

¿Por qué? ¿Qué efectos tiene en nuestro cerebro el compartir con la gente?



Sabemos que el cerebro no es solo un órgano de regulación fisiológica y emocional individual, sino que también es el órgano clave de conexiones y procesos sociales. Al ser un órgano tan complejo puede percibir dos tipos de aislamiento: el objetivo que implica la ausencia de personas, como el percibido, que se refiere a la sensación de soledad. Si bien ambos tipos de aislamiento pueden estar ligados a deterioros en la salud de las personas, se ha visto que el número y frecuencia de los contactos que una persona puede tener no son predictores de sentimientos negativos de aislamiento, pues una persona puede sentirse acompañada y satisfecha rodeada de uno o dos seres queridos pero podría llegar a sentirse sola en instituciones o familias grandes, dependiendo de la calidad de las relaciones sociales establecidas. Por este motivo, el aislamiento percibido puede resultar más perjudicial.

Un cerebro aislado presentará siempre resistencia vascular y activación hipotálamo-hipofisiara-adrenocortical. Propiciará presión alta, un menor control inflamatorio, un menor control en los ciclos circadianos (patrones de sueño), así como respuestas inmunitarias más bajas. Estudios en animales han develado también que ante el aislamiento, el cerebro tiende a presentar neurogénesis, que es la generación de nuevas células, en niveles bajos, junto con altos niveles de expresión de la hormona corticosterona en la corteza prefrontal (la hormona del estrés), así como baja proliferación celular en la amígdala, que es el núcleo de control de las emociones y sentimientos.



¿Alguien quiere pensar en los niños?


En un estudio realizado por las universidades de Alicante y Málaga con una muestra de 234 niños y adolescentes, se determinó que quienes se encontraron dentro de un grupo confinado presentaron mayores niveles de ansiedad y problemas de sueño, así como dificultades en funciones ejecutivas, mismas que permiten la integración de acciones simples para el desarrollo de otras más complejas, como la iniciación de tareas en momentos oportunos, planificación, manejo del tiempo o memoria de trabajo, indispensable para la resolución de problemas matemáticos. Sin embargo, se pudo notar que los efectos negativos resultaron siempre mayores en las niñas y niños diagnosticados con TDAH (Trastorno de déficit de atención con hiperactividad). Los efectos son mayores tomando en cuenta los tiempos de exposición de menores a pantallas, que superan las siete horas diarias. Esto debería ser tomado en cuenta para el establecimiento de políticas de vacunación, mismas que permitan a los sectores educativos volver a modalidades presenciales de forma segura, garantizando el acceso a vacunas de maestros, personal de apoyo, conductores de transporte escolar, y por supuesto, de los miembros más jóvenes de nuestra sociedad.


De lo discutido anteriormente podemos inferir una verdad que ya todos conocemos, estos tiempos no son solamente críticos para los sistemas de salud a nivel de respuesta frente a la pandemia, sino también a nivel de salud mental. Confinarnos ha sido un reto muy difícil para todos, sin embargo nuestro órgano regulador de respuestas, emociones y de networking, que es el cerebro, nos ha hecho actuar en miras del bien común y quedarnos en casa. Pero, debemos ser misericordiosos con nosotros mismos. Está bien no estar bien después de algo como lo que hemos vivido y seguimos viviendo.



Está en nuestra naturaleza el sentir angustia frente a lo incierto. Sin embargo, aunque no tenemos la responsabilidad de cómo nos sentimos, si tenemos la responsabilidad de abrazar dichos sentimientos y actuar consecuentemente a ellos. Hablar sobre los mismos con una persona de confianza, buscar ayuda profesional de calidad, y especialmente, para quienes toman las decisiones, proveerla.

Una de las razones por las que la pandemia de coronavirus no ha parado ha sido precisamente por eso, por la negligencia y desatención que las autoridades han tenido con la gestión de servicios de salud mental, tanto para la población civil como para la primera línea, y si eso no cambia, peores cosas vendrán. Y una cosa más... con vacunas suficientes, el confinamiento podrá volverse cosa del pasado.



Referencias:


Cacioppo, S., Capitanio, J., Cacioppo, J. (2014).Toward a Neurology of Loneliness. Psychol Bull. 140(6): 1464–1504. doi: 10.1037/a0037618


EDUforics (9 de junio 2017). Cómo desarrollar las funciones ejecutivas en educación infantil. En EDUforics: Anticipando la educación del futuro. Recuperado de: https://www.eduforics.com/es/trabajar-las-funciones-ejecutivas-educacion-infantil/


Haefely W. (1985). Biochemistry of anxiety. Ann Acad Med Singap.14(1):81-3. PMID: 2988406.


Lavigne-Cerván, R., Costa-López, B., Juárez-Ruiz de Mier, R., Real-Fernández, M., Sánchez-Muñoz de León, M., Navarro-Soria, I. (2021). Consequences of COVID-19 Confinement on Anxiety, Sleep and Executive Functions of Children and Adolescents in Spain. Frontiers in Psychology 12, 334. doi:10.3389/fpsyg.2021.565516


Navarro-Soria, I.; Real-Fernández, M.; Juárez-Ruiz de Mier, R.; Costa-López, B.; Sánchez, M.; Lavigne, R. (2021). Consequences of Confinement Due to COVID-19 in Spain on Anxiety, Sleep and Executive Functioning of Children and Adolescents with ADHD. Sustainability, 13, 2487. doi: 10.3390/su13052487


Imágenes:


-Biblioteca de ilustraciones de Wix


No se pretende infringir los derechos de autor


Este artículo se ha producido únicamente con fines informativos y de discusión.




108 visualizaciones0 comentarios




Muchos estudiantes de Biotecnología inician su carrera llenos de expectativas y sueños de trabajar en empleos en ciencia, la industria y en diferentes áreas. Así mismo, todos en algún momento vivimos la experiencia de contar lo que estudiamos, recibiendo un reiterado ¿Y eso para qué sirve?

La situación no cambia al convertirnos en profesionales graduados, ya que es poco común que alguien sepa a qué nos dedicamos.

Un profesional en Biotecnología trabaja en áreas de biorremediación, farmacéutica, centros de investigación, industrias alimentarias, biomedicina entre otros. Cifras estimadas indican que esta industria supera los $800 mil millones en ganancias solamente en Estados Unidos. Así mismo, se estimó que la bioeconomía en este país representaba cerca de $1.2 billones. Pese a su enorme potencial, un virus en 2020 obligó al mundo entero a comprender, que la ciencia y tecnología son claves para el desarrollo de nuestros países. Por más utópico que suene, la ciencia debe salir de los laboratorios y empezar a generar una transformación social en nuestros países. Las vacunas y difícil acceso a ellas son el vivo ejemplo.



Lamentablemente, vivimos en épocas en las que se recortan plazas de investigación, recién graduados no encuentran trabajo, son explotados y no se visualizan oportunidades a corto plazo. En este escenario de incertidumbre, conocí sobre la convocatoria de Allbiotech; una organización no lucrativa conformada por jóvenes entusiastas de diferentes países de Latinoamérica. Lo interesante fue ver que se motivaba a participar a emprendedores, periodistas, investigadores, en fin, cualquier persona con el interés de propiciar un cambio, puesto que la biotecnología no es solo cosa de biotecnólogos.

Esta red latinoamericana, que inició en 2017 con la primera Cumbre Latinoamericana en Chile, ahora se ha transformado en un espacio colaborativo. Su objetivo es promover la Biotecnología desde espacios tan variados como la comunicación, la academia, la industria, política y el emprendimiento con el fin de alcanzar un desarrollo sostenible basado en la bioeconomía. Las actividades que desarrollan incluyen espacios de diálogo y encuentro de líderes en la Cumbre Allbiotech, foros de temas trascendentes para la región como la bioeconomía, cursos digitales de actualización de conocimiento y de tecnología, proyectos, campañas y una ardua participación de sus integrantes a nivel internacional.



Me decidí a postular en la convocatoria al ver los logros de líderes de otras generaciones, quienes han trabajado voluntariamente en diferentes proyectos e iniciativas de divulgación científica, investigación e innovación. Con todo esto, fue emocionante recibir la noticia de que fui seleccionado como parte de la tercera generación de líderes junto a emprendedores, comunicadores, investigadores, profesionales y otros jóvenes, que, como yo, queremos trabajar para que la Biotecnología sea aplicada y valorada en Latinoamérica. La Cumbre de 2017 fue solo el inicio de lo que ahora es una red de profesionales que comparte sobre experiencias, oportunidades de fondos, empleos, cursos, iniciativas y actividades de capacitación.

Esta semana se celebrará la tercera cumbre ALLBIOTECH (4 al 7 de mayo) en la que participaremos 112 jóvenes seleccionados de entre más de 500 postulaciones. Al igual que en las anteriores generaciones, los perfiles son muy diversos, con profesionales y estudiantes de diferentes áreas y de 17 países de la región. La cumbre más que un evento, es un espacio de interacción para dar a conocer el potencial humano de Latinoamérica para el mundo.




Les invito a visitar la página de ALLBIOTECH www.allbiotech.org/vitrina , en donde podrán conocer los perfiles de los seleccionados de todas las generaciones (2017, 2018, 2021). La “Vitrina de Líderes” demuestra que existen profesionales altamente capacitados y motivados en generar empleo e impulsar la aplicación de la bioeconomía en la región. Aquí encontrarán información de cada seleccionado: país de origen, experiencia, objetivos, proyectos e incluso conocerlos un poco más a través de sus redes sociales.

En las siguientes semanas desde Catálisis Revista Digital compartiremos los detalles de los perfiles de la nueva generación de líderes 2021. Existe tanto talento que es imposible crear una sola nota.


Escrito por Ricardo Palma, con edición de Ana del Hierro


Referencias

1. Lokko, Y., Heijde, M., Schebesta, K., Scholtès, P., Van Montagu, M., & Giacca, M. (2018). Biotechnology and the bioeconomy—Towards inclusive and sustainable industrial development. New biotechnology, 40, 5-10.

2. Carlson, R. (2016). Estimating the biotech sector's contribution to the US economy. Nature biotechnology, 34(3), 247-255.

3. Allbiotech.org. 2021. ALLBIOTECH | Red de líderes en Biotecnología de América Latina. [online] Available at: <https://www.allbiotech.org/> ].


Imágenes

ALLBIOTECH

BioRender

No se pretende infringir los derechos de autor



215 visualizaciones0 comentarios
bottom of page