Escrito por David Guaña
Cada 02 de febrero se celebra el día mundial de los humedales, una conmemoración enfocada en concientizar el rol de estos ecosistemas y en la necesidad de protección y restauración de los mismos por su influencia en la vida humana. Especialmente en Latinoamérica en donde estos ecosistemas se encuentran bajo alto riesgo de destrucción.
Lo que conocemos como humedales son varios ecosistemas, terrestres y costeros, que tienen como característica principal que sus dinámicas están dominadas por el comportamiento del agua. Esto incluye lagos y ríos, acuíferos subterráneos, pantanos y ciénagas, pastizales húmedos, turberas, oasis, estuarios, deltas y planicies intermareales, manglares y otras áreas costeras, arrecifes de coral, y otros sitios creados.
Los humedales tienen una gran importancia tanto ecológica como para el ser humano debido a que en sus dinámicas naturales estos juegan un rol en ciclo de nutrientes, producción de alimentos, mitigación de inundaciones, almacenamiento de agua y son importantes por proveer el hábitat para una gran cantidad de especies. Además de que son aprovechados como fuentes de agua, lugares de recreación y forman parte de la cultura de múltiples grupos humanos [3]. Todos estos beneficios son conocidos como servicios ecosistémicos, y son determinantes para la supervivencia de millones de personas alrededor del mundo.
A nivel mundial se estima que el área de los humedales supera los 12.1x106 km2, de los cuales Latinoamérica y el Caribe ocupan el 15.8% del total [1]. Precisamente Sudamérica, el continente más húmedo y con más alta densidad de humedales, está cubierta el 20% de su superficie terrestre por estos ecosistemas [2].
Sin embargo, a pesar de toda la importancia para el ser humano, los humedales son los ecosistemas que más son destruidos o degradados por causa de actividades humanas. De esta forma se estima que desde inicios del siglo XX se han perdido alrededor del 71% del área alguna vez ocupada por humedales [5]. Las principales amenazas tienen que ver por fenómenos como el incremento de la agricultura, industria, transporte y desarrollo urbano, que degrada y contamina los ecosistemas [6]. Particularmente en América del sur, que es uno de las regiones en donde menos estudios se han realizado y que posee la tasa más alta de perdida de ecosistemas de todo el mundo [6].
Debido a falta de políticas nacionales específicas, financiamiento y capacidad de monitoreo constante los humedales están en peligro de desaparecer. Aun así, y pese a que los países sudamericanos tardaron en adoptar medidas para estudiar e inventariar sus humedales, han incrementado el número de zonas protegidas, como es la declaración de sitios RAMSAR, [2]. El esfuerzo para poder realizar el manejo y cuidado adecuado de estos ecosistemas tiene que incrementarse para proteger los humedales. Y para ello, es necesario el fortalecimiento del rol de las comunidades que conviven con estos ecosistemas, así como el el papel que juega la academia e instituciones públicas para su estudio y monitoreo. Ambos actores a su vez tienen que articular el conocimiento técnico de las comunidades junto con la disposición de proteger el ambiente en proyectos integrados y transversales que respeten a la naturaliza y las dinámicas sociales de las comunidades a su alrededor [7].
Los humedales son ecosistemas que brindan una gran cantidad de beneficios, y que pese a ello, se encuentran en grave riesgo por las actividades humanas insostenibles, o sin ningún tipo de planeación. Por esto, nuestro rol como beneficiarios, directos o indirectos, es el de participar activamente en su cuidado y preservación.
Fuentes consultadas:
Davidson NC, Fluet-Chouinard E, Finlayson CM. Global extent and distribution of wetlands: Trends and issues. Mar Freshw Res. 2018;69: 620–627. doi:10.1071/MF17019
Wittmann F, HOUSEHOLDER E, Lopes A, DE OLIVEIRA WITTMANN A, Junk, J. W, Piedade Fernandez MT. Implementation of the Ramsar Convention on South American wetlands: an update. Res reports Biodivers Stud. 2015; 47–58. Available: http://repositorio.inpa.gov.br/handle/123/3568
Costanza R, D’Arge R, de Groot R, Farber S, Grasso M, Hannon B, et al. The value of the world’s ecosystem services and natural capital. Nature. 1997;387: 253–260. Available: https://www-nature-com.ezproxy.royalroads.ca/articles/387253a0.pdf
Costanza R, de Groot R, Sutton P, van der Ploeg S, Anderson SJ, Kubiszewski I, et al. Changes in the global value of ecosystem services. Glob Environ Chang. 2014;26: 152–158. doi:10.1016/j.gloenvcha.2014.04.002
Davidson NC. How much wetland has the world lost? Long-term and recent trends in global wetland area. Mar Freshw Res. 2014;65: 934–941. doi:10.1071/MF14173
Kingsford RT, Basset A, Jackson L. Wetlands: conservation’s poor cousins. Aquat Conserv Mar Freshw Ecosyst. 2016;26: 892–916. doi:10.1002/aqc.2709
Turner RK, van den Bergh JCJM, Söderqvist T, Barendregt A, van der Straaten J, Maltby E, et al. Ecological-economic analysis of wetlands: Scientific integration for management and policy. Ecol Econ. 2000;35: 7–23. doi:10.1016/S0921-8009(00)00164-6
Imágenes:
https://www.biodiversidadla.org/Noticias/Los-bosques-inundados-del-Yasuni
https://www.eluniverso.com/larevista/ecologia/el-carrao-ave-montuvia-habitante-de-los-humedales-y-pajones-de-la-costa-ecuatoriana-nota/
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