Las disciplinas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés) han generado durante los últimos años, algunos avances para incluir en ellas a grupos minorizados o subrepresentados. En particular, la mayor cantidad de políticas que se han construido para los mismos, se centran en la inclusión de mujeres, sin embargo, a nivel de América Latina, casi no existen estudios y avances en políticas dirigidas a grupos racializados (indígenas, afrolatinoamericanos, mestizas, etc) y por supuesto, tampoco para personas lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT).
Al día de la fecha hay muy pocos estudios y estadísticas a nivel global sobre la inclusión LGTBQIA+ en disciplinas STEM. Las estadísticas que existen se centran en analizar instituciones estadounidenses y europeas. Por ejemplo, en Estados Unidos, el 41% de las personas LGTBQIA+, que estudian carreras científicas, desisten en sus estudios en mucha mayor medida que personas 26% cisheterosexuales (es decir, personas que sienten atracción hacia el sexo opuesto, y que conservan su sexo asignado al nacer) . (Huges, 2018) Otros estudios reportan que el ámbito cis-heteronormativo en las Universidades disminuye la retención y presencia de docentes e investigadores LGTBQIA+ en ellas (Ratridge, Barthelemy y Rankin, 2014). Los factores que más repercuten en esta deserción se relacionan con personas que “salieron del closet", y los comportamientos excluyentes derivados. Estos comportamientos se relacionan con peores condiciones, menor capacidad de trabajar y aprender de una persona, donde influyen la intimidación, el acoso, el sentirse ignorado o sentir rechazo.
El colectivo es muy diverso y no debe tratarse como un todo homogéneo, por lo que hay que pensar en cuestiones de interseccionalidad. En particular, lo que más se ha estudiado aen este sentido, se relaciona a personas racializadas dentro del colectivo LGTBQIA+. Por ejemplo, en Estados Unidos, estas personas sufren más violencia que las personas blancas. Respecto a personas trans, se nota que hay poca presencia de este colectivo que llega a los estudios superiores. Casi la mitad de las personas trans que han llegado a la Universidad expresa haber sufrido al menos un tipo de violencia.
Es sumamente importante cuestionarnos como personas interesadas en la ciencia cuáles son las visiones que manejamos y que se manejan sobre las personas LGBTIQA+ dentro de las diferentes disciplinas y en los ambientes de trabajo, así como también cuestionar los discursos que desalientan la búsqueda de carreras científicas en ámbitos de escolarización obligatoria, mismas que son deformadas, prejuiciosas y excluyentes. El sostener el estereotipos de que la ciencia sólo puede ser realizada de forma eficiente por hombres, blancos, cisgénero, heterosexuales, adultos y con poder adquisitivo, lo que hará es que quienes no se adapten al mismo, tendrán dificultades para perseguir carreras científicas o de ingeniería y también para identificarse con ellas. Esto se sostiene porque se ha observado que la repetición de este tipo de creencias, particularmente en el campo de las biociencias, promueve la exclusión a estudiantes de la educación obligatoria de poder identificarse con carreras científicas (Bazzul & Sykes, 2011). Un ejemplo concreto de esto, es que en la enseñanza de ciencias biológicas, se han invisibilizado la diversidad sexual que existe en el mundo natural, detrás de una descripción exclusivamente cisheterosexual de las relaciones sexuales en otras especias.
Como cualquier día de reclamo por el respeto a los derechos humanos de las personas del colectivo LGTBIQ+, es imprescindible recordar que este mes conmemorativo no nace como una celebración, sino que nace de la lucha. Uno de los episodios clave fue la revuelta de Stonewall, la cual se inició por el maltrato y exclusión a Marsha P. Johnson y Sylvia Rivera, dos personas travestis, racializadas, pobres, seropositivas y trabajadoras sexuales. Marsha fue encontrada al poco tiempo muerta en manos en lo que se supone fue un homicidio policial. A pesar de que las revueltas del colectivo nacen comandadas por personas travestis, la situación no ha cambiado mucho para ellas. La expectativa de vida del colectivo Trangénero, Travesti, Transexual es de 35 años en toda América Latina (Comisión Interamericana de Derechos Humanos, 2015). Este dato resulta sumamente desalentador pero no ha mejorado en los últimos años, debido a que continúa la falta de reconocimiento del derecho a la identidad, y la negligencia en garantizar el acceso a servicios básicos que aseguren las condiciones mínimas para una vida digna. De allí biene la necesidad de luchar por el cupo laboral travesti-trans en todas las instituciones de América Latina, algo que tiene que ser unas de las principales banderas al interior de las Universidades e Instituciones científicas a lo largo de toda América Latina.
Es realmente lamentable la inexistencia de datos sobre la realidad del colectivo LGTBQIA+ en áreas STEM en la región, lo que indica que las personas de la comunidad siguen siendo irrelevantes e invisibilizadas para esas instituciones y organismos. En los discursos individuales nos decimos incluyentes, pero aún falta muchísimo por hacer respecto al quehacer colectivo institucional. Por ello es que es tan necesario trabajar activamente por alzar la voz hacia quienes se identifican como parte del colectivo y todavía no ingresan o eligen no seguir carreras STEM y también hacia quienes ya están trabajando en ciencia pero no se han cuestionado sobre esta realidad. Debemos pensar cómo eliminar las violencias que seguimos viviendo como colectivo al interior de las instituciones que transitamos, para que sean verdaderamente espacios seguros.
Fuentes consultadas:
Bazzul, J. & Sykes, H. (2011) The secret identity of a biology textbook: straight and naturally sexed. Cultural Studies of Science Education, 6, 265–286.
Bryce E. Hugues (2018) Coming out in STEM: Factors affecting retention of sexual minority STEM students. Science Advances, 4, 3, eaao6373. DOI: 10.1126/sciadv.aao6373
Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) (2015) Violencia contra Personas Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex en América - Red de Desarrollo Social de América Latina y el Caribe (ReDeSoc). Organizacion de los Estados Americanos (OEA)
Eric V. Patridge, Ramón S. Barthelemy, Susan R. Rankin (2014) Factors impacting the academic climate for LGBQ STEM faculty. Journal of Women and Minorities in Science and Engineering, 20, 1, 75-98. DOI:10.1615/JWomenMinorScienEng.2014007429
Patridge E. V., Barthelemy R. S., Rankin S. R. (2014) Factors impacting the academic climate for LGBQ STEM faculty. Journal of Women and Minorities in Science and Engineering, 20, 1, 75-98. DOI:10.1615/JWomenMinorScienEng.2014007429
Rankin, S. R. (2003) Campus Climate for Gay, Lesbian, Bisexual, and Transgender People: A National Perspective. The National Gay and Lesbian Task Force Policy Institute. New York.
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